Filosofia e Historia

Filosofía de la institución

Misión: Proporcionar un ambiente de respeto y servicio para el bien común, que permita al educando desarrollar sus habilidades que contribuyan a una mejora comunal.

Visión: Lograr que los alumnos pongan en práctica sus conocimientos y consigan una visión que los lleva a una vida con más satisfacción.

Meta: Colaborar con los padres en la formación de sus hijos, intelectual – física y espiritualmente, llevándolos al desarrollo óptimo de su personalidad, sus talentos y habilidades para integrarlos a la sociedad como miembros íntegros y productivos.

El Colegio Efraín otorga prioridad a la educación de las virtudes humanas del estudiante: perseverancia, laboriosidad, responsabilidad, justicia, pudor, sobriedad, respeto y sencillez.

Ideario del Colegio Efraín

El Colegio Efraín cree en el hombre como imagen de Dios, y expresa con esperanza su Fe en el esfuerzo creador del ser humano. En su propósito para instaurar el amor y la justicia, pone su empeño por generar, difundir y conservar los valores.
El Colegio Efraín otorga prioridad a la educación de las virtudes humanas del estudiante:

PERSEVERANCIA: Realizar las actividades necesarias para alcanzar lo decidido, aún a pesar de los obstáculos.

LABORIOSIDAD: Motivar al alumno a trabajar, no por recompensa, sino por el bien que adquiere al hacerlo.

RESPONSABILIDAD: Asumir las consecuencias de sus actos, tomados con madurez y orientación.

JUSTICIA: Dar a los demás lo que es debido, según sus derechos.

PUDOR: Reconoce el valor de su intimidad y respeta la de los demás.

SOBRIEDAD: Distingue entre lo moderado e inmoderado.

RESPETO: Actúa y deja actuar sin perjudicar a los demás o a sí mismo.

SENCILLEZ: Su forma de ser va de acuerdo a sus intenciones íntimas, dándose a conocer como es.

El Colegio está convencido que a través de sus egresados podrá contribuir eficazmente a la transformación de la sociedad. Es por ello que su empeño se traduce en la realización de la persona humana, mediante la atención cuidadosa de todas y cada una de sus dimensiones.

El Colegio Efraín ve al joven como una persona humana, generadora de cambios trascendentales en sí mismo y en su contexto social. Impregna en ellos el sello de la institución a través de la formación de verdad y servicio, todo encaminado a la trascendencia del mismo joven. Es por todo esto que el Colegio, dentro de su contexto, forma a los alumnos con la consigna de la


“VERDAD PARA TRASCENDER, SERVIR Y COMPARTIR…”

Historia del Colegio Efraín:

Unos años antes de su apertura, se planeó abrir una Preparatoria en la zona de Swift Current, para que los alumnos no tuvieran que estudiar en las ciudades. Algunos estudiantes habían apoyado el proyecto con oraciones hace más de cinco años anterior a su apertura.

Un día, alguien ofreció la «Clave» para una Preparatoria, que ya había funcionado 15 años; el nombre se cambió a Colegio Efraín, y la escuela (Clave) se trasladó de Bachiniva al Campo 104. ¿Por qué el nombre de Efraín? Porque Efraín representa a José en la Biblia, y José ofreció PAN a todo Egipto y a la gente que vino a comprar pan.

Para el Colegio Efraín, el PAN que ofreció José es la EDUCACIÓN. Cualquiera puede estudiar allí, ya sea en la escuela o en línea. La intención y el objetivo de la escuela es fortalecer las cualidades cristianas en los jóvenes que pronto representarán al adulto en la zona. Los valores que se refuerzan son: Respeto, Hermandad, Trabajo y Puntualidad y los valores cristianos de Honestidad, Armonía, Misericordia, Servicio y Piedad. La educación en la escuela requiere atención personal y diligencia en la disciplina.

Su logotipo es el ganso, ya que los gansos acuden estacionalmente al lago cercano. El personal trata de imitar las características de los gansos. Los gansos cambian la posición de vanguardia porque no es fácil abrir el viento del diedro (V-forma), por lo que los líderes también comparten su liderazgo; otra característica es que se animan, alientan, y se motivan mutuamente para seguir adelante; y cuando alguien quiere desanimarse, el asistente trata de curar/solucionar la dificultad existente, para que todos puedan reanimarse y volver a su lugar en el vuelo; esto es lo que también practica el Colegio. Es la gracia de Dios que esta escuela haya surgido, y el equipo depende diariamente de la guía y dirección de Dios. Las innumerables experiencias con Dios han fortalecido su Fe, y a pesar de la imperfección de todo ser humano, confían firmemente en que Dios continuará bendiciendo la obra dedicada al Señor.

Organigrama

Pilares del Colegio Efraín:

  1. Respeto
  2. Fraternidad
  3. Trabajo
  4. Puntualidad

La educación es la fuente de los valores, donde se aprenden las grandes virtudes. Su importancia consiste en que el hombre logre su propia autodeterminación como persona.

El virtuoso es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo llegar a sus metas. El virtuoso es el que sabe remar contra la corriente.

El respeto es un valor que permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos.

El respeto es uno de los valores más importantes del ser humano y tiene una gran importancia en la interacción social. El respeto impide que una persona tenga actitudes reprobables o censurables hacia otra, por tanto, el respeto debe ser mutuo.

Muchas religiones abordan la cuestión del respeto de los demás, porque es una de las reglas más básicas esenciales para una relación sana con otra persona.

El respeto al derecho ajeno es la paz.

El respeto genera la amistad.

RESPETO, un valor fundamental.

PUNTUALIDAD es una actitud humana, considerada en muchas sociedades como la virtud de coordinarse cronológicamente, para cumplir una tarea requerida, o satisfacer una obligación antes o en un plazo anterior, comprometido o hecho a otra persona.

El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud, estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza. La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades.

La impuntualidad no es una falta de tiempo, ¡es una falta de respeto!

Ser puntual es valorar el tiempo propio y el ajeno.